martes, 14 de julio de 2015

Realidad entrecomillada

Detalle de la fantástica portada que Manuel Estrada diseñó
para Psicopatología de la vida cotidiana de Freud


Un, muy recomendable, título
reciente en nuestras colecciones
Fue el genial Vladimir Nabokov, el que en su prólogo a su obra maestra Lolita, escribió: "Realidad", una palabra que no significa nada sin comillas. Y como en tantas otras ocasiones, definió certeramente el carácter esquivo, resbaladizo y cambiante de algo que todos creemos entender, pero que pocos alcanzamos a definir con claridad. Sólo el entrecomillado puede dar sentido a la realidad como concepto general, porque para cada uno "su realidad" es distinta de la del otro; y la que compartimos entre todos, no deja de ser el resultado de un acuerdo tácito, una cláusula del contrato social. Un acuerdo al que llegamos, por aquello de que nos necesitamos unos a otros, y estamos obligados a compartir espacios.

La actriz Mara Wilson sabe mucho de eso, y lo sabe por experiencia propia. Desde que protagonizara la deliciosa adaptación el cine del clásico juvenil de Roald Dahl, Matilda (1996), la actriz ha desarrollado una carrera como actriz, escritora y dramaturga de lo más interesante; pero su nombre ha saltado a los medios últimamente por otra razón.

Wilson grabó un vídeo para el proyecto UROK, que lucha para acabar con el estigma social que recae sobre las enfermedades mentales. Mara ha sufrido durante años ataques de ansiedad, trastorno obsesivo compulsivo y depresiones: decidida a dar un paso al frente, la actriz confiesa cómo ha conseguido apaciguar lo que durante muchos años la ha atormentado, como una manera de darle visibilidad a los trastornos mentales, y ayudar a otras personas que se encuentren en situaciones parecidas:



En el papel de Matilda, Mara interpretaba a una niña con poderes telequinésicos, que se evadía de su realidad a través de la lectura. Aunque más que evadirse de la realidad, lo que Matilda hacía era crearse una realidad propia, una realidad más amable, más confortable. Y, ¿quién no se está creando realidades más amables en su cabeza continuamente?

Tal y como cuenta en el vídeo, Mara Wilson tiene un show bajo el nombre de ¿Qué te da miedo? con el que busca compartir miedos, y reírse de ellos. Y la autora de cómics Ellen Forney hace exactamente lo mismo en su delicioso título autobiográfico: Majareta, manía, depresión, Miguel Ángel y yo.

Forney descubrió al cumplir los 30 años que padecía un trastorno bipolar. La crónica que hace de su enfermedad en este cómic no puede ser más positiva, sin ahorrarnos ninguna de sus dudas, temores y miedos. Como artista, el temor a que la medicación perjudicara su creatividad, fue su primera preocupación. Pero como dijo Bernand Shaw: "los espejos se emplean para verse la cara; el arte para verse el alma" Y Forney optó por mirarse en el espejo del arte, por mirarse en Van Gogh, en Paul Gaugin, Tenesse Williams, Mary Shelley, Virginia Woolf, Joan Miró o el mismísimo Miguel Ángel Buonarrotti;  en tantos y tantos creadores que padecieron en el pasado trastornos mentales, y que de su tormento hicieron su fortuna.


Los espejos se emplean para verse la cara; el arte para verse el alma. - See more at: http://www.citasyproverbios.com/citas.aspx?tema=Arte#sthash.in44eGYx.dpuf
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Ya hemos hablado en varias entradas de la biblioterapia que lleva a cabo la School of Life (Escuela de la vida) en Londres. Los biblioterapéutas de esta escuela, entre los beneficios que citan a la hora de ensalzar las ventajas de sus tratamientos, mencionan el de mitigar la soledad: el consuelo que da encontrar expresado por otros, esos pensamientos, ideas o sensaciones que hasta entonces creíamos únicas y exclusivas de nuestra persona.

Esta biblioterapia es algo que la asociación murciana A.F.E.S. (Asociación de Familias y Personas con Enfermedad Mental) lleva practicando desde hace años en la Biblioteca Regional. Cada semana, acompañados de monitores, acuden a nuestro centro grupos de esta asociación a por su dosis de cultura y diversión, como una parte más de su terapia.




Y ha sido en esta asociación, donde una de las entusiastas alumnas que este año han realizado su prácticum en la Biblioteca Regional, ha desarrollado su Trabajo fin de grado. La enérgica Vanessa, después de revolucionarnos (para bien) junto con sus compañeras, ha planteado su trabajo como una manera de biblioterapia que va más allá de lo propuesto por la Escuela de la Vida londinense.

Santi, Juanjo, Paco, Miguel, Víctor, Antonio y Rafa (que así se llaman los integrantes del grupo con el que ha trabajado Vanessa), han desarrollado actividades que ellos ven como ideales para una biblioteca pública; y de esta manera tan sencilla, han hecho más suya a la Biblioteca Regional.

Mural con los nombres de las distintas acciones
ideadas por los chicos de A.F.E.S.
(pinchar para ampliar)

Desde enriquecer la sección de visionado de películas, añadiéndole puestos para escuchar música, y celebración de cinefórums; pasando por potenciar todo lo relativo al cómic manga, incluyendo merchandising y disfraces; talleres y recitales en los que la poesía y la filosofía fueran las protagonistas; acercamientos didácticos y divertidos al mundo de la ciencia; o cursos radiofónicos y de fotografía. Toda esta tormenta de ideas han conformado la acción formativa Cre@Cultura.

Y nos han dado un nuevo ejemplo de la gran labor que las bibliotecas podemos desarrollar como instituciones útiles, integradoras: que sirven en definitiva, para que esa realidad entre comillas de la que hablaba Nabokov, resulte algo más amable y llevadera para todos.





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